Pasos para convertirte en un consumidor consciente y responsable

3 de febrero de 2022

¿Qué es ser un consumidor consciente y responsable? Un consumidor consciente y responsable es aquel que, a la hora de tomar sus decisiones de compra de bienes y servicios, tiene en cuenta criterios que van más allá de la relación calidad - precio de los productos, valorando las repercusiones que su acción tendrá para su comunidad más cercana, para el conjunto de la sociedad, para el medioambiente y para el resto del mundo y del planeta en general. Así, el principal objetivo de un consumo consciente y responsable es proponer un estilo de vida más sostenible. Reduciendo el impacto ambiental derivado de nuestras acciones cotidianas y, entre ellas, de nuestros hábitos de consumo y compra. Como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad, desde Freshis queremos mostrarte algunos pasos que puedes seguir si quieres convertirte en un consumidor consciente y responsable. Pequeñas acciones para que todos podamos disfrutar de un mundo mejor. consumidor responsable.jpg

Pasos a seguir para convertirte en un consumidor consciente y responsable

Si quieres adoptar un estilo de vida más sostenible y convertirte en un consumidor consciente hay algunos pasos que puedes dar para lograrlo. Pequeñas acciones cotidianas que, sumadas a las de otros muchos consumidores responsables, pueden contribuir a cambiar las dinámicas actuales del mercado y ayudar a construir un mundo un poco más justo y más comprometido con el cuidado del medioambiente. ¿Preparado para tomar nota? ¡Comenzamos!

1. Reduce tu consumo

Un consumo y unos hábitos de compra responsables, conscientes y sostenibles pasan necesariamente por reducir el consumo a lo estrictamente necesario e indispensable. Eliminar los gastos superfluos es el primer paso que puedes dar, y sin duda alguna el más importante, para convertirte en un consumidor consciente y responsable. Para ello, deberás reflexionar antes de tomar tus decisiones de compra y determinar si vienen justificadas por una necesidad real. Así, evitarás caer en compras impulsivas, reducirás el despilfarro y ahorrarás para los gastos realmente importantes.

2. Aprovecha lo que ya tienes

Una buena forma de reducir tu consumo y tu volumen de compras es tratando de alargar la vida útil de aquellos bienes y objetos que ya posees. Intentar aprovechar al máximo todo lo que estas cosas pueden dar de sí, retrasará la necesidad de que las sustituyas por otras nuevas y, con ello, reducirás los consiguientes gastos de recursos y de energía necesarios para producirlas. Se trata, en definitiva, de hacer un uso eficiente de los recursos que ya tienes disponibles antes de optar por incrementar tu consumo.

La reparación, la reutilización, el reciclaje creativo o recurrir al mercado de segunda mano son otras buenas formas de reducir la necesidad de consumir.

3. Consume sin tener que comprar

Que necesites usar algo, una prenda de ropa, un mueble, una herramienta o cualquier otro objeto material, no implica necesariamente que tengas que adquirirlo. Existen multitud de fórmulas que te permiten la utilización de ciertos bienes y servicios sin la necesidad de adquirirlos: alquilar; recurrir a redes de intercambio y/o a círculos de economía colaborativa; pedir prestado el objeto en cuestión a un familiar o a un amigo; hacer trueques, etc. Y, una vez más, reutilizar los bienes y reciclar los materiales son también prácticas aplicables a este fin de reducir tus compras.

4. Cuando compres, compra con cabeza

Aunque intentes reducir al máximo tu consumo, siempre va a haber alguna que otra compra que no podrás evitar tener que hacer y que te resulte de absoluta necesidad. En estos casos, lo importante es comprar con cabeza, teniendo en cuenta las repercusiones que tendrán tus compras en tu entorno cercano, en el medioambiente, en las dinámicas económicas y, en general, en todo el planeta. Por ejemplo, la alimentación es uno de los apartados de tu vida en el que hagas compras realmente necesarias. En estos casos, lo fundamental es aplicar los criterios de sostenibilidad a tus compras: elegir productos de alimentación de producción local y km 0; comprar frutas y verduras cultivadas de forma natural y respetuosas con el medioambiente; elegir productos frescos y de temporada; optar por el consumo de productos ecológicos, etc. Y ya sabes que en Freshis , estaremos encantados de ayudarte a hacerlo.

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5. Evita el uso de plásticos

Los plásticos son uno de los materiales más contaminantes que podemos consumir. Su producción, uso y desecho genera un impacto ambiental altísimo y sus efectos nocivos en el medioambiente pueden llegar a permanecer en los ecosistemas durante siglos. Así pues, evitar el consumo y uso de plásticos, tanto incorporados en la fabricación de los productos que compras como en sus soluciones de embalaje y packaging, es uno de los puntos esenciales que debes abordar para convertirte en un consumidor responsable. En Freshis hemos eliminado el uso de plásticos de un solo uso.

6. El desecho y la gestión de residuos también son parte del consumo

Antes de comprar un producto o de consumir un servicio piensa en todo el ciclo de vida de ese bien. El impacto ambiental derivado de la producción, comercialización y uso del producto comienza desde el momento de la fase de diseño del bien en cuestión y termina mucho después de que este producto sea desechado. Así, ten en cuenta cómo deben desecharse los productos que consumes de cara a decidir si su compra es adecuada. Elige artículos de calidad, duraderos, fácilmente reparables y reciclables. Una vez termine su vida útil — y siempre que no los puedas reparar, reutilizar o reciclar—, deséchalos de la manera más adecuada para cada tipo de residuos.

Freshis: tu compra de frutas y verduras consciente, responsable y sostenible

Si quieres hacer de tu compra de frutas y verduras uno de tus hábitos cotidianos hacia un consumo consciente y responsable, y hacia un estilo de vida más sostenible, en Freshis te lo ponemos fácil. Nuestro objetivo es que puedas disfrutar de frutas y verduras de la mejor calidad, directas en tu casa desde el campo, en menos de una hora. Pero queremos hacerlo de manera justa y equitativa para todos los agentes que aportan a la cadena de valor de los productos que ofrecemos. Y por supuesto, también de una forma respetuosa con el medioambiente.

Para conseguirlo, trabajamos con productores locales que emplean métodos de cultivo naturales y ecológicos. Vendemos productos frescos y de temporada, respetando los ciclos naturales de cada tipo de vegetal para que este se desarrolle de la mejor manera posible. Además, empleamos cajas retornables para que tu pedido llegue a casa con el menor impacto ambiental. Y también utilizamos vehículos eléctricos para hacer los repartos de última milla.

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Con todo ello, contribuimos a minimizar el impacto ambiental derivado de todo el proceso de producción, logística y distribución de los alimentos que consumes. Para que tú solo tengas que preocuparte de elegir las frutas y verduras que más te gustan para llenar tu despensa, teniendo la seguridad de que haciéndolo, nos ayudas a construir un mundo más sostenible.

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