Diferencia entre las tres erres: reciclar, reutilizar y reducir
Si te interesa el cuidado del planeta y tienes cierta sensibilidad ecológica, seguramente ya hayas oído hablar alguna vez de aquello de las tres erres del reciclaje. O más que de las tres erres del reciclaje, de la regla de las tres erres de la ecología o de la sostenibilidad, ya que como veremos más adelante, la del reciclaje es tan solo una de estas tres erres que debemos tener en cuenta y poner en práctica para lograr un estilo de vida más sostenible. Un sencillo mantra que nos recuerda la necesidad de cuidar los recursos naturales y emplearlos de manera eficiente y responsable; de optimizar el uso de la energía a lo largo de las diferentes actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día; y de minimizar el impacto ecológico que tiene para el medio ambiente nuestro consumo y nuestra generación de residuos. Hoy vamos a dedicar unos minutos a entender un poco mejor en qué consiste esta regla de las tres erres de la sostenibilidad: reducir, reutilizar y reciclar. También veremos qué implica cada una de estas tres erres y cuáles son sus principales diferencias. ¿Te apuntas?
¿En qué consiste la regla de las tres erres?
El modelo económico actual en el que se basa la fabricación de productos y la prestación de servicios es una herencia directa de la forma de producir que se empezó a dar a partir de la Revolución Industrial, allá por el siglo XVIII. Se trata de un modelo de economía lineal, en el que básicamente, se extraen materias primas y recursos de la naturaleza, para fabricar o producir una serie de bienes, que tras ser utilizados, son desechados sin más. Este modelo lineal de producción y desecho, sumado al actual ritmo de consumo acelerado y a las economías basadas en el crecimiento económico como única variable a tener en cuenta, nos ha llevado a la actual situación de crisis medioambiental. En contraposición, los planteamientos ecologistas y en pro de la sostenibilidad, proponen un modelo de economía circular. Un modelo en el que también se tengan en cuenta los impactos ambientales derivados de la actividad económica y del conjunto de todas las actividades humanas. Así, se valora principalmente la compatibilidad del consumo y utilización de bienes y servicios con la supervivencia de los ecosistemas naturales, de la biodiversidad del planeta y de los seres humanos. Y, para ello, se aboga por la protección del medio ambiente, por el uso inteligente y responsable de los recursos naturales, de la energía, y por la correcta gestión de los residuos generados. Todo ello, con el objetivo de minimizar nuestro impacto ambiental y de reducir la emisión de gases y la contaminación. Así, la economía circular va más allá del mero concepto ideológico, como única opción posible de economía en el contexto de un planeta finito, en el que los recursos naturales son limitados, a la vez que son fundamentales para el desarrollo de la vida. ¿Y dónde entran en juego las tres erres para la sostenibilidad? Pues la regla de las tres erres para la sostenibilidad, o las tres erres del ecologismo, forma parte en realidad de una serie de principios más amplios que sirven para definir el concepto de economía circular. Unos principios que se resumen en siete erres, entre las que se incluyen las tres erres de reducir, reutilizar y reciclar como las más destacables, y también las más conocidas a modo de resumen del resto de valores de la economía circular. Veamos cada una de estas siete erres para entender cómo pueden guiarnos hasta el objetivo de adoptar hábitos de vida más sostenibles.
Las siete erres de la economía circular para un mundo más sostenible
Las siete erres que resumen los principios de la economía circular son un conjunto de guías de conducta que nos permiten cambiar nuestra relación con los recursos naturales del planeta, nuestra forma de consumir, y el nivel de consciencia sobre el impacto ambiental que conllevan las actividades de nuestro día a día y sobre los residuos que generamos. Todo encaminado a promover un mayor respeto por el medio ambiente y hacia un mundo, en general, más sostenible.
Rediseñar
La economía circular nos insta a repensar todo el proceso de producción y consumo desde el momento mismo de concepción de los productos y servicios, es decir, desde su diseño para que estos sean sostenibles. Así, promueve el ecodiseño: uso eficiente de las materias primas, elección de materiales no contaminantes, creación de productos de larga vida útil, fácil reutilización y reparación de los bienes, reciclaje sencillo de los materiales una vez llegado el fin del ciclo de uso del producto, etc.
Reducir
Esta es la primera de las tres erres de la regla básica de la sostenibilidad, y quizá la más importante de todas. Nos habla de minimizar el consumo de materias primas, energía y recursos hasta lo estrictamente indispensable. Es decir, a evitar el consumismo y el gasto superfluo, de cara a que el impacto ambiental de nuestras actividades se reduzca al mínimo necesario e inevitable. Así, se optimiza el uso de recursos y se minimiza también la generación de residuos. Se trata de bajar el ritmo de los ciclos de producción y consumo para que la naturaleza tenga tiempo para regenerarse y recuperarse adecuadamente.
Reutilizar
Reutilizar, segunda erre de nuestra regla básica de las tres erres del ecologismo, implica alargar el ciclo de vida útil de los bienes y productos antes de desecharlos. Algo que podemos hacer optando por productos duraderos de buena calidad en lugar de por objetos de usar y tirar o de un solo uso. Con ello evitamos el consumo de materias primas y de energía necesarios para la producción de nuevos bienes. Y también mantenemos al mínimo el ritmo de generación de residuos. En Freshis hemos prestado especial atención a esta erre de reutilizar: las cajas de madera que utilizamos para enviarte tus pedidos son reutilizables y retornables. En el momento de la entrega de cada pedido, puedes devolvernos la caja en la que venía tu pedido anterior. Así nos ayudas a darle una segunda vida, a reducir la necesidad de producir nuevas cajas y a frenar la generación de residuos innecesarios. Una forma fácil y sencilla de ayudarnos a cuidar del medioambiente al realizar tu compra semanal de frutas y verduras.
Reparar
La erre de reparar, en la misma dirección que las anteriores, nos encamina a dar un segundo uso o una segunda vida a los objetos que se estropean, en lugar de desecharlos directamente con la consecuente generación de residuos. Así, alargamos el ciclo de vida de estos bienes. Y este punto nos lleva, de nuevo, hasta la primera erre de rediseñar, ya que la reparación de los objetos comienza con un diseño que se preste a ello y que facilite la labor.
Renovar
La erre de renovar es muy similar a la de reutilizar, pero se enfoca más específicamente a la reutilización de aquellos objetos antiguos que hayan podido quedar obsoletos o desactualizados para su uso originario. Así, se propone buscar nuevos usos creativos para este tipo de productos, de cara a alargar su ciclo de vida y a evitar su desechado. Si te gusta escuchar música en casete o en vinilo, hacer fotos con cámaras analógicas, o eres fan de la moda vintage, seguro que ya sabes más de una cosa sobre el valor de renovar.
Recuperar
La erre de recuperar implica la reutilización no de productos completos, sino de sus materiales, para volver a introducirlos en el ciclo de producción y consumo, dándoles una segunda utilidad y postergando su transformación en residuos.
Reciclar
Por último, la erre del reciclaje, la última de nuestra regla básica de las tres erres del consumo ecológico, implica la recuperación de los materiales de los residuos que desechamos y recuperarlos como materia prima para reintroducirlos así en las primeras fases de los procesos de producción. Una forma de evitar la generación de residuos en última instancia. Así pues, el reciclaje es una fase de recuperación de materiales necesaria y útil, sin embargo, lo ideal sería no tener que llegar a este punto, centrando los mayores esfuerzos en las otras dos erres de la regla básica: reducir y reutilizar.