¿Por qué consumir productos locales?
La forma en la que consumimos también habla de nosotros. Elegir para nuestra cesta de la compra un tipo de producto u otro porque es ecológico, guiarnos por una marca sostenible o preferir comprar en un comercio de barrio antes que en grandes superficies, habla de nuestro interés por una forma de consumo más responsable, de calidad y que busca ser respetuosa con el medio ambiente.
Hace ya tiempo que se ha demostrado que este tipo de consumo es posible y que, además, cada vez es más accesible para todos. En algunos pueblos de España, lo han tenido más fácil, y todavía se escucha por las mañanas el grito de ¡El melonero!¡Ha llegado el melonero!, que aún hoy se encarga de repartir, puerta por puerta, fruta de temporada directa desde la huerta hasta el consumidor. Pero todos sabemos que, en la mayoría de ciudades y núcleos de población, resulta más complicado encontrar productos locales. Hoy te queremos hablar de su importancia, de sus beneficios y de cómo en Freshis buscamos recuperar la cultura de los productos de cercanía y priorizar así prácticas sostenibles y de calidad.
Qué son los productos locales
Pero empecemos por el principio: ¿de qué hablamos cuando hablamos de productos locales? Los productos locales, de proximidad o de kilómetro 0, provienen directamente de un productor cercano, por lo que se reduce el número de intermediarios y de transporte de la mercancía. Son productos que se comercializan en el territorio donde se producen y que, además, suelen ser de temporada, por eso su disponibilidad será siempre estacional.
Beneficios de consumir productos locales
¿Sabías que incluir productos locales en el carrito de la compra tiene numerosos beneficios? No solo supone ventajas para tu bolsillo, sino también para tu salud y para el desarrollo económico y social de tu entorno. Veamos algunos de esos beneficios:
1. Precios justos y prácticas más respetuosas con el medio ambiente
Al consumir productos locales adquiridos directamente, o casi, a su productor, se disminuye el número de intermediarios. Esto supone, por un lado, que su precio final será justo para el agricultor y para el comerciante, pero también para el consumidor. Por otro lado, al comprar productos locales, también se evitan transportes innecesarios, por lo que se reducen gastos de desplazamiento y se evita, al mismo tiempo, la emisión de gases de efecto invernadero, así como el abuso de plásticos y materiales para su embalaje.
2. Apoyo a la economía local
Cuando eliges comprar productos locales, también estás aportando tu granito de arena para el desarrollo de un territorio. Es una forma de dar impulso a la agricultura local y al comercio justo para mantener viva la economía, la tradición y la cultura de una zona apoyando a pequeños emprendedores y agricultores.
3. Productos de calidad y más saludables
Los productos locales se caracterizan, entre otras cosas, por estar alejados de formas industrializadas de producción. En el caso de las frutas y verduras, por ejemplo, esto se traduce en una agricultura trabajada con mimo, cuidado, responsabilidad y pleno conocimiento. ¿Y qué significa esto? Significa que los productos que adquieres son alimentos sabrosos, de calidad y que conservan intactas todas sus propiedades nutricionales y, con ellas, los beneficios que pueden aportar a tu salud.
Freshis: productos locales y de cercanía
Una de las máximas de Freshis es la apuesta por productos frescos, de cercanía y sin intermediarios. Tanto si vives en una ciudad como en una población rural, seguro que en los alrededores encuentras huertas y zonas de agricultura. Sin embargo, ¿puedes comprar esos productos en tu supermercado más cercano? ¿Te ha pasado alguna vez que al llegar a casa te has dado cuenta de que la mayor parte de los alimentos que has comprado provienen de lejos, incluso de otros países o continentes?
En Freshis hemos querido reducir ese ciclo de intermediación y elegir una forma de comercialización y consumo más sostenible, transparente, justo y de calidad. Por eso, gran parte de nuestros productos son locales y de cercanía, y los compramos directamente al agricultor o productor para hacértelos llegar a casa con las menores interferencias posibles y desde el punto más cercano. Es muy fácil: el agricultor organiza la recolección al mediodía, nosotros recibimos los productos tan solo unas horas después de haber sido recolectados, los trasladamos a nuestras instalaciones y al día siguiente, recibes tu pedido en tu casa. Así, entre todos conseguimos minimizar nuestra huella de carbono, al mismo tiempo que tu despensa siempre podrá estar llena de productos locales, cercanos y de calidad, como fruta y verdura de temporada, huevos ecológicos, legumbres, mermeladas y membrillos, quesos o panes de masa madre.
¿Quieres saber más sobre nuestros productores locales y sobre desde dónde y cómo los trabajan? Descúbrelos aquí y súmate a una forma de consumo sostenible, local y de calidad, que también es, indudablemente, una actitud de vida.