¿Qué es la agricultura sostenible?

¿Qué es la agricultura sostenible? El concepto de agricultura sostenible se acuña en la década de los años 70 del siglo pasado, como respuesta al incremento exponencial de la productividad agrícola en buena parte de los cultivos del mundo, en relación al uso masivo de productos químicos y agua para mejorar la producción de alimentos y otros bienes de consumo. Estos nuevos métodos de trabajo en el campo contribuyeron a dar accesibilidad de ciertos alimentos a gran parte de la población mundial. Sin embargo, con ellos se originó un nuevo y complejo problema que llega hasta nuestros días. Con estas técnicas intensivas de producción agrícola se pone en peligro la sostenibilidad de los recursos naturales existentes; la salud de los seres humanos, los animales, las plantas y el resto de seres vivos; y la viabilidad de los ecosistemas.

Así, la agricultura sostenible surge como una alternativa a los cultivos intensivos generalizados en la actualidad. Una forma de trabajar el campo que permita la correcta provisión de alimentos, pero compatible con la protección del medio ambiente, de la sociedad, de la economía de las regiones productoras y de la salud pública. De esta manera, según la definición de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la agricultura sostenible sería aquella forma de agricultura que garantiza la seguridad alimentaria a nivel mundial, promoviendo ecosistemas saludables y apoyando la gestión sostenible de la tierra, el agua y el resto de recursos naturales del planeta. Una sostenibilidad que debe garantizarse para el presente, pero también a largo plazo, para el futuro de las generaciones venideras. Y que también debe ser multidisciplinar: sostenibilidad ambiental, protegiendo los entornos naturales y los ecosistemas; sostenibilidad económica: asegurando el abastecimiento de las producciones agrícolas y la alimentación saludable de las poblaciones; y social, que garantice el bienestar de las personas que trabajan en el campo y en las zonas rurales de producción.

Características de la agricultura sostenible

Ante la problemática medioambiental, económica y social que plantean los métodos de producción agrícola industrializados, la agricultura sostenible surge como una vía alternativa que permita la sostenibilidad de esta actividad económica. Así, la agricultura sostenible plantea y pone en práctica diferentes métodos de trabajo y de producción de alimentos y de otros bienes respetuosos con el medio ambiente, con los ecosistemas naturales y con la gestión responsable de sus recursos.

Así, entre las principales características de la agricultura sostenible podríamos mencionar las siguientes:

• El principal objetivo de la agricultura sostenible es proteger el medio ambiente, tanto para beneficio de las generaciones presentes y futuras, como de los ecosistemas naturales y de la biodiversidad.

• Evita el uso excesivo de maquinaria industrial, de fertilizantes químicos, pesticidas, plaguicidas y otro tipo de agentes contaminantes del agua, del suelo y de la atmósfera.

• No solo vela por la protección del medio ambiente, sino también por la sostenibilidad económica de las personas que se dedican a la actividad agrícola. Así, la agricultura sostenible debe proteger los intereses de rentabilidad de los pequeños y medianos agricultores. También debe favorecer el acceso de los productos obtenidos a todo tipo de consumidores.

• Debe emplear métodos de producción eficientes, tanto en lo referente al buen uso de los recursos naturales como a la optimización de las formas de producción agroalimentarias.

• Es local y regional. Una agricultura sostenible prima la llegada de los productos a mercados territoriales cercanos, minimizando el impacto ambiental relacionado con los procesos de logística y distribución de los productos del campo para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Así, la agricultura sostenible contribuye a luchar contra el cambio climático.

• La agricultura sostenible trabaja por mantener y mejorar la calidad del suelo. En este sentido, los métodos de trabajo de esta forma de agricultura deben contribuir a frenar la degradación y la erosión del suelo y su biodiversidad. Es por ello que la agricultura sostenible contempla la correcta gestión de los residuos, el reciclaje y evita el desecho de contaminantes al medio natural.

• La gestión eficiente del agua es otra de las principales características de la agricultura sostenible. La agricultura es la actividad que mayor estrés hídrico genera en el planeta a nivel mundial. El agua es un bien escaso y, como tal, su gestión inteligente es imprescindible para garantizar la sostenibilidad. También la gestión limpia de las aguas residuales y evitar la contaminación producida por un uso excesivo de fertilizantes, pesticidas y otros productos químicos. En este sentido, la agricultura sostenible propone también el uso de recursos biológicos naturales para luchar contra plagas y enfermedades de los cultivos.

• Prima el uso intensivo de mano de obra en detrimento de la mecanización de los procesos agrícolas. Así, se generan más puestos de trabajo y se revierte positivamente en la economía de las poblaciones locales y rurales que trabajan el campo.

En resumen, la agricultura sostenible es aquella que se desarrolla ofreciendo un nivel de protección hacia el medio ambiente mayor, mejorando a la vez la eficiencia de los procesos agrícolas. Se trata de una forma de agricultura encaminada a reducir el impacto ambiental, garantizando el abastecimiento de alimentos y creando políticas locales que favorezcan la viabilidad de esta actividad económica.

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